viernes, 28 de agosto de 2009

Irte

Hoy, después de demasiado tiempo, fui a tu búsqueda. No creas que fue por voluntad propia, mi voluntad ya no se asocia con tu nombre. Desde hace mucho que deseo no volver a verte jamás. Pero tuve que buscarte para poder cerrar de una vez la puerta que dejaste abierta cuando te fuiste, puerta que en su momento yo misma abrí para que vos entraras por ella, pero en lugar de cerrarla con llave para retenerte para siempre como mi prisionero, te dí esa llave a vos, y te hice mío libremente.

Pero de un día para el otro, desperté con frío en medio de la noche, y la cama estaba vacía, incluso trataste de acomodarla, fingiendo que nunca habías estado allí, a mi lado, antes.

Cuando pude asimilar un poco todo aquello, noté que el frío que me había despertado venía de la puerta que estaba totalmente abierta, que no cerraste al salir. Un viento helado se colaba por ella. Entonces traté de cerrarla, pero ese viento era tan fuerte que se volvía a abrir al instante.

Busqué la llave por todo el lugar, esperando que la hayas dejado olvidada por entre las sábanas, o quizás tirado abajo de la cama. No tenía sentido que te la llevaras, ya que no tenías intenciones de usarla alguna vez. Pero no estaba... y yo estaba tan helada que ni siquiera sentía, ya no quería sentir.

Me cubrí tratando de esconderme de las ráfagas, pero mi frágil refugio no duraba mucho, se volaba constantemente. Incluso otras personas intentaron ayudarme a cerrar esa puerta, pero sólo consiguieron arrimarla un poco, ninguna de sus llaves encajaban en la cerradura, así que el viento pudo más, y yo seguí sola, congelándome.

No quise verte más, no quiero verte más. Todo lo bueno que pude sentir con vos se fue por la misma puerta que atravesaste hace tiempo. Pero necesito mi llave, a pesar de que ya el viento ni siquiera me molesta. Casi olvido cuánto amo el frío. Pero tengo que tenerla en mi dominio porque no se cuando, tal vez, llegará mi próximo prisionero, al que también le voy a dar la llave, para que elija tanto cuando entrar, como cuando irse para siempre.

Lástima que ese tipo de llaves no tengan réplica...


Si te vas, cruza la puerta y tira tus llaves al cerrar
No pronuncies mi nombre
Apura tus pasos y no mire detrás
No roces tu piel en mi carne
Ahoga mi sombra en mi oscuridad
Si te vas, no lleves la luz de mi alba
Mi búsqueda
Y al despertar acostúmbrame
Si me lo pidieras te daría el sol
Y que inunde mi dolor
Abrázame
Si te vas, no uses aquellas palabras que hablamos al sembrar
Era para siempre
Ahora es para nunca mas...

[Cabezones]


Blue.

martes, 26 de mayo de 2009

Blue kite


…porque estaba aburrido y encontró abandonado un barrilete azul, que echó a volar para distraerse un poco. Pero algo sucedió… no sé si vio que volaba muy alto y se asustó, si encontró alguno más llamativo y completo, más fácil de manejar y lo cambió por él, o si tal vez el hilo se cortó bruscamente de un momento a otro. Sólo sé que ese cometa siguió volando en el cielo, pero sin dirección alguna, mientras lo veía a él en el suelo correr lejos, perdiéndose de su vista; y desde entonces ya no lo ve más, aunque siga con la estúpida esperanza de que algún día pase por su mente el momento en el que lo dejó a la deriva, y corra a su auxilio.
Pasan largos meses… se aproxima al suelo cada vez más, aunque las esperanzas siguen estando casi intactas...



Una vez que desapareció de mi vida, todo pareció magnificarse increíblemente. Porque empecé a amar en la ausencia, así como en la ausencia también fue que empecé a odiar.
¿Tantos sentimientos pueden habitar en una persona, sentirlos incluso juntos cuando son aparentemente opuestos, y cambiar de uno a otro en sólo un instante, como una especie de bipolaridad? Al parecer en mi sí… mis opuestos se funden entre ellos, transformándose en una sola cosa confusa, sin forma aparente en el caso de que las emociones y los sentimientos pudieran tener forma alguna.


…aquél barrilete azul, que hace tiempo había vuelto a caer ferozmente a tierra cuando tomaba vuelo por segunda vez, quedó nuevamente abandonado, roto, destrozado en realidad; creía que había perdido su alma. Sólo mirando su hilo, ahora manejado por nadie, hacía que recordara cuando estaba en el cielo, siendo felizmente dirigido por ese ser que creyó que se había convertido en su dueño. Seguía manteniendo una leve esperanza de volver a sentir aquél estado de plenitud que sólo había sido producido por ese hombre que, irónicamente, así como lo hizo sentir feliz como nunca antes, también había traído a su cielo las nubes más negras y tormentosas, cuando de repente, sintió su presencia, volvió a sentir su risa, y se dio cuenta de que su alma seguía en su lugar.
Sentimientos encontrados lo habitaron como un torbellino, como si hubiese sentido una brisa perfecta para volver a montar vuelo. Pero todo fue una ilusión… aquélla risa, su risa, venía acompañada por otra risa más, paralela a la suya. Y así lo vio, vio a su antiguo conductor, al que los restos de su alma seguían añorando como a nadie… pero ésta vez tenía entre sus manos un hilo mucho más grueso y resistente que el suyo, y, al levantar sus ojos, observó el motivo de aquellas sonrisas que llenaban su rostro: estaba remontando feliz y orgullosamente, sin ningún tipo de vergüenza, un cometa nuevo y brillante, y lo mostraba extasiadamente a todos a su alrededor, sin importarle en lo más mínimo la presencia de aquél barrilete azul que no significó nada para él…


Blue.
[Fragmentos de un proyecto]

miércoles, 22 de abril de 2009

Ojalá

Hoy te volví a extrañar. Hace tanto que no estabas presente durante tanto tiempo en mi cabeza, que ésta vez no te vi tan perfecto como quizás solía hacerlo antes… te vi como una nube de angustia y de preguntas sin sentido que disparé hacia cualquier dirección, cuando todas te las tendría que haber hecho a vos.

Hoy supe que me acostumbré a tu ausencia… y eso me dolió.

Hoy sentí que retrocedí tres meses atrás, al momento en el que iba saliendo del pozo y alguien tomó mi mano para tratar de ayudarme. Pero a esa mano no la agarré con fuerza, no quise, y hoy elijo volver a ese pozo, para salir yo sola sin ayuda de nadie.

Hoy me dí cuenta que éste pozo no es profundo; que sólo poniéndome de pie ya puedo salir de él.


[Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto…]


Blue.

martes, 9 de diciembre de 2008

Prometo acordarme SIEMPRE de aquél raro Diciembre...



El tiempo se me viene encima de una manera tan feróz. Apenas un par de horas sin tu presencia, extraño tanto estar con vos! Encerrarme entre las cuatro paredes de tu habitación, bajar las persianas y de nada tener noción; no saber si es de noche o si ya salió el sol, si el clima refrescó o sigue haciendo el mismo calor, total vos le haces escudo con tu ventilador. Todo es tan rápido, siempre es ese mi error. Usar tus brazos de almohada, respirar tu perfume, jugar al amor... escuchar cuando me cantas ésta canción:


Puedo ponerme cursi y decir
Que tus labios me saben igual que los labios
Que beso en mis sueños
Puedo ponerme triste y decir
Que me basta con ser tu enemigo, tu todo
Tu esclavo, tu fiebre, tu dueño

Y si quieres tambien
Puedo ser tu estacion y tu tren
Tu mal y tu bien
Tu pan y tu vino
Tu pecado, tu dios, tu asesino…
O tal vez esa sombra
Que se tumba a tu lado en la alfombra
A la orilla de la chimenea
A esperar que suba la marea

Puedo ponerme humilde y decir
Que no soy el mejor
Que me falta valor para atarte a mi cama
Puedo ponerme digno y decir
"Toma mi direccion cuando te hartes de amores
baratos de un rato… me llamas”

Y si quieres también
Puedo ser tu trapecio y tu red
Tu adiós y tu “ven”
Tu manta y tu frío
Tu resaca, tu lunes, tu hastio…

O tal vez ese viento
Que te arranca del aburrimiento
Y te deja abrazada a una duda
En mitad de la calle y desnuda

Y si quieres también
Puedo ser tu abogado y tu juez
Tu miedo y tu fe
Tu noche y tu día
Tu rencor, tu por qué, tu agonía…

O tal vez esa sombra
Que se tumba a tu lado en la alfombra
A la orilla de la chimenea
A esperar que suba la marea

[A la orilla de la chimenea - Joaquín Sabina]


Blue.